¿A que tienes un amigo que abusa de ti?
— David, tráeme una cerveza, pero que esté bien friiiiia.
— ¡Qué pantalones!
Esta es una expresión que utilizamos para criticar una conducta impropia, impertinente o abusiva.
Según el libro “Los que dicen ¡ay bendito!” (2000), el dicho es un eufemismo, ya que sustituye a la expresión explícita y vulgar, ¡qué cojones! La misma es muy usual en el habla coloquial de los hispanohablantes. Por otra parte, la frase tiene una relación semántica entre pantalones y cojones, porque la prenda de vestir cubre a los genitales masculinos.
El dicho cambia cuando una mujer actúa de forma impertinente o descarada. En Puerto Rico y en otros países de América, se dice ¡qué pantaletas! Esta expresión, hace referencia a la ropa interior femenina, entiéndase, a los bloomers o panties.
En la frase “qué pantalones”, asociamos la desfachatez y el descaro de una persona con el tamaño de los genitales. Otras variantes son: tener más huevos que una arenca, tener más huevos que una fanduca, ¡qué clase de ovarios!, ¡hay que tener un par de cojones!
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