Les sorprenderá saber de dónde procede esta frase.
Normalmente, los puertorriqueños utilizamos la expresión cuando se echa a perder un asunto o cosa.
Según se establece en el libro “Los que dicen ¡Ay bendito!”, parece que el origen del dicho está relacionado con el pasatiempo infantil de volar chiringas. Cuando por alguna razón se partía el hilo o cordel que las sujetaba, entonces esta se “iba a jurta”.
El libro anteriormente citado propone que la palabra “jurta” está usada en este dicho con la acepción figurada de “hurtarse”: desviarse u ocultarse. Entonces, hay una comparación directa entre la chiringa que, arrastrada por el viento, se pierde de vista y la desviación que supone el significado de “hurtarse”, posible origen de “jurta”. Si esta proposición es cierta, el vocablo habría sufrido aspiración de la “h” inicial, fenómeno lingüístico frecuente en el habla popular hispanoamericana.
A partir de este dicho, se dan unas variantes que presentan cambios fonéticos, mas no de significación. Por ejemplo, “irse a justa” que representa un reajuste fonético motivado por la necesidad que tienen los hablantes de darles un significado conocido a palabras que no reconocen. Así, “jurta” pasa a “justa”. Por este mismo camino se encuentra nuestra frase de hoy: “irse a juste”.
Por otro lado, en la oración “El Titanic se fue a pique” se utiliza la expresión sinónima “irse a pique”. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) sostiene que este dicho, dentro de la jerga marinera, significa “hundirse en el agua una embarcación u otra cosa flotante. Figurativamente, esta frase se puede definir como “destruir o acabar una cosa”. Así, en el ejemplo “El matrimonio se fue a pique por culpa de sus celos” se quiere decir que la relación se estropeo.
Agradecemos a Bárbara Rosado por la sugerencia.
Imagen de: rusopedia.rt.com