¿Será pamplón, gordinflón y papujo el gato de la imagen anterior?
Desligado totalmente del topónimo que designa a la capital de Navarra en España, del que denomina a una ciudad y municipio de Colombia y a un municipio del Valle del Cagayán en Filipinas, este nombre también apela a determinada forma de confeccionar carne o pollo, típica de Uruguay.
Basándonos en esa segunda acepción y según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), las pamplonas rellenas son arrollados de carne, pollo o cerdo que, por lo general y antes de asarlas, se envuelven con la tela que rodea el estómago del cerdo o cordero, aunque este recubrimiento puede reemplazarse con papel aluminio.
En el Tesoro Lexicográfico del Español de Puerto Rico, por su parte, se define el vocablo como mujer gordinflona y de movimientos lentos. También, como hombre gordo, perezoso y sin agilidad.
Nuestro dialecto evidencia las frases despectivas “ese gordo pamplón” y “esa gorda pamplona”. De manera que, podríamos comparar la acepción culinaria con la utilizada en Puerto Rico, mayormente a modo de insulto: esa que resalta la característica física de sobrepeso de la persona que se quiere ofender.
En la Isla, un sinónimo de pamplón o pamplona que se utiliza en los mismos contextos de ofensa es ‘papujo’. El Tesoro registra este término con tres acepciones: gallo que tiene la parte inferior del cuello abultada en forma de barba; persona de cara hinchada; abultado o prominente.
Se establece un paralelismo, entonces, entre el ‘gallo barbudo’ del argot gallístico y una persona con sobrepeso.