-Tenía un miedo brutal. ¡Mi hermano! Eso iba bajando a las millas de chaflán.
En Puerto Rico, utilizamos esta frase para referirnos a algo que se desplaza a gran velocidad. La verdadera pregunta es ¿de dónde sale este dicho? ¿Cuál es su origen? Varias personas han intentado descifrar el misterio, y hay distintas hipótesis al respecto.
Existe la idea de que esta frase puede surgir de la pronunciación incorrecta de “a las millas hechas flan”. Sin embargo, existen otras suposiciones más verosímiles.
Según la Real Academia Española, “chaflán” es un “plano largo y estrecho que en lugar de esquina une dos parámetros o superficies planas, que forman un ángulo”. Según “Los que dicen ¡ay bendito!”, el punto de partida del dicho pudiera ser que el sujeto va a tanta velocidad que se come las esquinas y las deja como chaflanes o que puede ir a mayor velocidad por las esquinas en forma de chaflán.
Por otro lado, el dicho podría tener su origen en la expresión venezolana “se lo llevó Caplán” que significa “corriendo rápidamente, echando chispas, como si se lo llevaran los demonios”, pues “Caplán” se refiere a un diablo.
Sin embargo, la hipótesis que suele tomarse como cierta está planteada en el libro “Habla y redacta… en buen español”. Allí, Gabriel Paizy explica que la frase se relaciona a un actor del inicio del cine mexicano, llamado Carlos López “Chaflán”, que se distinguía por la rapidez de sus movimientos.
Otros dichos puertorriqueños similares a este son: “a las millas del peo”, “como yegua esnúa”, “más rápido que ligero” y “salir petardeao”.
Agradecemos a Rosela Rivera Bustelo por sugerirnos esta frase.