Allí estaba to’ el mundo en lo suyo, y yo me sentía más perdío que un juey bizco.
En Puerto Rico, el dicho «más perdío que un juey bizco» hace alusión a estar desorientado o confundido.
La palabra «juey» es de origen indoantillano, y se refiere a un cangrejo de tierra. Como saben, el andar de estos animales no es preciso, debido a la forma de pinzas que tienen sus patas.
Si a esta falta de estabilidad, le sumamos un problema de visión, es evidente que hablamos de un animal aturdido y turbado. En el Dialecto Boricua, esto se traspola a una persona que tiene «un enredo» en su mente.
Utilizando esta misma palabra, la Real Academia Española informa que, en Puerto Rico, «hacerse el juey dormido» significa hacerse el tonto, mientras que «ser alguien un juey dormido» hace alusión a un hipócrita.
La palabra es bizco, no vizco.